(A44) Red de cenizómetros del Sabancaya en Perú

Figura 1. Complejo volcánico Ampato-Sabancaya, provincia de Caylloma, Perú (foto: Benjamin Bernard). Izquierda: Ampato; derecha con pequeña pluma de gas: Sabancaya.

El Sabancaya se encuentra en la provincia de Caylloma (Perú), a 70 km de la ciudad de Arequipa, y es uno de los volcanes más activos de Perú. Entre 1987 y 1998 tuvo una erupción de tamaño moderado con depósito de ceniza de hasta 1 cm de espesor en un radio de 20 km alrededor del volcán. Desde su reactivación el 6 de noviembre del 2016, el Sabancaya ha tenido una actividad sostenida con explosiones y columnas de ceniza (Fig. 1) que alcanzaron en ocasiones más de 4000 m sobre el nivel del cráter. Al igual que durante la crisis del Cotopaxi en 2015, el principal fenómeno que afecta a las poblaciones alrededor del Sabancaya es la caída de ceniza, registrándose espesores de alrededor de 1 cm en las cercanías al vento (<5 km) y varios milímetros a distancias de más de 25 km. La caída de ceniza alcanzó una distancia máxima de 60 km en julio de 2017.

Figura 1. Explosión con columna de ceniza en el volcán Sabancaya (cortesía OVI-INGEMMET).

Las emisiones han sido dirigidas hacia todas las direcciones en función del viento y las caídas de ceniza han afectado a más de una docena de poblados, de los cuales los distritos Achoma, Ichupampa, Huambo, Huanca y el valle del Río Colca han sido los más perjudicados. Las caídas de ceniza han dañado a los cultivos, sobre todo papas, habas y maíz. La fauna local ha sido afectada también, en particular los camélidos del sector de Sallalli que sufren graves daños en sus dentaduras y problemas gastrointestinales. Se reportó la muerte de 8 alpacas en las primeras semanas de septiembre de 2017 después de la actividad sostenida de julio. Los pobladores de la zona presentan enfermedades oculares, respiratorias y gastrointestinales. También han tenido problemas por la removilización eólica, un factor adicional que ya hemos mencionado en una nota anterior. Para limitar los efectos de esta erupción el Observatorio Vulcanológico del INGEMMET (Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico) de Perú emite alertas sobre dispersión de las nubes y de las caídas de ceniza a través de correos electrónicos y mensajes de texto a teléfonos celulares a autoridades municipales, centros de salud, coordinadores de defensa civil y el gobierno regional.

Figura 2. Modelo de cenizómetro desarrollado por el OVI-INGEMMET (foto: Nelida Manrique).

En este tipo de erupciones de larga duración, el seguimiento y análisis de los productos de la erupción es fundamental para su comprensión y para la evaluación de la amenaza a corto o mediano plazo. Sin embargo el acceso a las zonas proximales donde se encuentran los depósitos más espesos (ej. flujos de lava, nubes ardientes y bombas volcánicas) es sumamente peligroso, sobre todo cuando el volcán tiene una actividad continua como el Sabancaya o El Reventador (Ecuador). En estos casos el muestreo de la ceniza llevada por el viento es una excelente alternativa ya que permite obtener información valiosa sobre el material fresco que emite el volcán.

Figura 3. Instalación del primer cenizómetro en el volcán Sabancaya en abril del 2013, colaboración OVI-INGEMMET/IRD/IG-EPN.

En los últimos años las redes de recolectores de ceniza se han multiplicado alrededor de los volcanes del mundo y en particular en Latinoamérica con redes en Ecuador (Tungurahua, Cotopaxi, Chiles-Cerro Negro, El Reventador, Sierra Negra), Guatemala (Fuego), Costa Rica (Poás), Colombia (Nevado del Ruiz) y Perú (Ubinas). A raíz de la crisis volcánica el personal del OVI, en colaboración con el Centro de Operaciones de Emergencia Regional de Arequipa (COER Arequipa), el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia y el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional del Ecuador, se instalará alrededor de 35 cenizómetros en un radio de 30 km alrededor del Sabancaya (Fig. 2, 3 y 4). La información proporcionada por esta red ayudará a comprender esta erupción y reducir su impacto negativo sobre las poblaciones aledañas.

Figura 4. Red de cenizómetros en el volcán Sabancaya (cortesía Nelida Manrique, OVI-INGEMMET).

Para más información sobre el cenizómetro, su fabricación y uso pueden ver nuestra página dedicada a la recolección y medición de las caídas de piroclastos.